Este plato reconfortante que admite casi cualquier ingrediente, forma parte de la historia culinaria de cada región del mundo en distintas versiones. Se trata de uno de los platos más universales y está presente en todos los continentes y en la mayoría de los pueblos.
De origen indeterminado, su nacimiento se asocia a la aparición de la alfarería durante el Neolítico, lo que permitió disponer de recipientes donde hervir en agua para ablandar alimentos crudos.
La consumieron griegos y romanos, los árabes introdujeron en Europa novedades en su elaboración como el arroz y la leche de almendras y las especias llegadas de Oriente las aromatizaron.
Ahí están las africanas con su profusión de semillas y frutos secos, las lácteas norteamericanas, las de Latinoamérica con ajíes, frijoles y maíz, las mediterráneas y el protagonismo de vegetales, legumbres, pescados y mariscos, las de los países nórdicos y centroeuropeos con embutidos y pescados ahumados, las especiadas de Oriente Medio y la India, las de miso y tofu de Asia Oriental y las de coco, lima y chiles del Sureste asiático, el ramen japonés y el pho vietnamita.
¿Cuál es tu sopa preferida?