Vengo pensando mucho en ¨una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa¨, con esto del desear vs el hacerme cargo de mi deseo.
Porque todo muy lindo con desear, pero ¿qué hago con eso?
¿Prendo un sahumerio y espero a que todo mágicamente se acomode, o me arremango un toque y veo que movimiento necesito hacer?
¿Qué necesitan de MI, esos deseos?
tremenda pregunta no?
En el mail pasado te conté de los darumas. En la mudanza encontré guardados los 300.000 stickers que había impreso en ese momento (eran de la época de cuando daba talleres presenciales). Agarré uno nuevo y me lo quede mirando….
¿Cuál es mi próximo deseo?
Honestamente en ese momento no se me ocurrió nada, tampoco lo quería forzar. Así, pasaron los días, lo dejé decantar… hasta que recién escribiéndote dije ay….
dios, lo encontré.
encontré este deseo, pero me da pánico desear.
Bueno, no sé si pánico, pero si me incomoda.
Me incomoda porque aceptarlo es hacerme cargo.
Hacerme cargo de lo que quiero, de lo que deseo.
¿Cuánto estaremos minimizaremos nuestros deseos?
¿Cuánto podremos desear 10 pero al momento de desear, deseamos 5?
Quizas 4
Creo que a lo largo de la historia las mujeres fuimos educadas (mas o menos) para desear poco o nada. /y de eso vamos a hablar mucho con las humanas que ya se estan sumando al club de agosto/
¿Cuánto estaremos tapando?
¿Cómo es hacernos cargo de lo que DE VERDAD DESEAMOS?
¿A qué le tenemos miedo?
Acá es donde te digo que realmente no me sale hacer pocas preguntas.