Pero para volver a la historia, cuando dejé la huerta de un lado (o mejor dicho, la puse en pausa) fui a buscar nuevos disfrutes. Disfrutes posibles con la realidad de ese momento.
En esos años tomaron más fuerza los libros, los documentales, el salir a caminar un ratito y el bordado.
Estar conectada con lo que me hace bien me es una necesidad VITAL.
A veces no se puede todo y hay disfrutes que amaríamos poder tener pero no podemos.
Acá nos pregunto
¿Y si les damos una vuelta de rosca?
¿Y si lo buscamos en una escala más chica?
Y si aún no podemos, porque ok, a veces pasa…entonces
¿y si salimos a activar/descubrir/conectar otros disfrutes en el mientas tanto?
Quizás nos podemos sorprender
Pa cerrar nomás….
¿Hay algún disfrute que dejaste perdido y que hoy si podes y queres ir a buscar?
A veces el simple acelere de la vida nos lleva a desconectarnos de lo que nos hace bien.
Yo por ejemplo quiero volver a hacer ravioles caseros.
Puntualmente los de cababaza asada con manteca de hierbas (ay dios que rico!)
Mi invitación hoy amiga, es a que podamos recuperar al menos algo de lo que nos hace bien, lo que nos da fuerza, combustible y nos llena de energía. Te diría que solo te concentres en recuperar UN disfrute y no 300.000.