Mis 4 leyes

Tiempo de lectura: 4 min 33 seg

Hola querida

 

Si estás aquí es porque quieres ir más allá del cotilleo. Confieso que eso me hace muy feliz. Tan feliz como todos los mensajes que recibí ayer cargados de amor. Agradezco mucho que inviertas tu tiempo en leerme y en enviarme un mensajito. Porque uno de mis miedos irracionales a la hora de crear contenido es sentir que no hay nadie al otro lado. Que lo que escribo se pierde en internet. Que mis emociones se convierten en código. Por eso que me hagas saber que estás ahí es un impulso para seguir enviándote cartas.

 

Disclaimer: las claves que voy a compartir hoy aquí son las que me han funcionado a mí. Sé que lo sabes, pero es importante que recicles aquello que no vibre contigo o que no encaje con tu filosofía de vida. Está bien. Y estarás respetando tu ritmo. Uno de los snacks valiosos de la carta de ayer.

 

Empezamos.

Este mes hace 6 años que tuve mi primera sesión. Recuerdo decirle a mi terapeuta que empezaba terapia por curiosidad, que yo también quería ser psicóloga en el futuro. Ja, ja, ja. Ay. Ahora puedo reírme porque te escribo desde una tumbona con vistas a mi piscina. Pero qué seis años. Un punto revelador para que sepas de donde vengo es que yo tenía una creencia muy arraigada a mi pensamiento: las casas son viviendas de ricos, yo solo podré vivir en pisos. Tomar consciencia de tus creencias limitantes para poder trabajarlas con un profesional te cambia la vida. Te lo prometo.

Solemos tirar bastante por lo bajito a la hora de pedir(nos). Pongo "nos" entre paréntesis porque pedir al universo requiere de una responsabilidad y un compromiso bastante grande contigo misma.

 

Te lo explico con mi ejemplo: el año pasado teníamos 300 € en la cuenta del banco. Y queríamos mudarnos a una casa adosada. A priori no podíamos permitírnoslo. Sobre todo porque estaba sin amueblar (cocina incluida). Yo llevaba unos meses bastante agobiada y triste por el dinero. No llegábamos a fin de mes. Y pagar el piso en el que vivíamos era el reto de mi vida. Uno que, además, no disfrutaba nada. Porque era barato pero cero inspirador. Vamos, el típico bucle de manual. Alquilar nuestro ex hogar fue un máster en manifestación. Palabrita. Era muy poco probable que pudiéramos conseguirlo. Y lo hicimos. Alerta spoiler: La historia de como lo logramos te la contaré en el pódcast.

 

A dónde quería llegar con este flashback de mi vida es al objetivo que me marqué al mudarme.

 

 

A la casa adosada llegamos el 1 de mayo. Tenía 9 meses para conseguirlo.

 

Los primeros 6 estuvimos viviendo sin muebles. Trabajábamos en el porche de casa con los poco que teníamos. Una mesa. Una silla Acapulco. Y una tumbona. Yo estaba obsesionada con esforzarme y ahorrar. Las vecinas nos preguntaban preocupadas que cuando nos llegaba el sofá. Así, abril, mayo, junio, julio, agosto... Tenía un foco y no me distraía. Estaba conectada con mi hormiguita interior y con recolectar. Vivíamos con lo justo. Lo demás, ahorro. Me sentía poderosa. Al llegar a los 7.000 € decidimos comprarnos una Thermomix ¿Por qué? Porque comer nos inspira. Nos eleva. Nos da bienestar y felicidad. Y para lograr objetivos tienes que estar bien contigo misma. Cuando ya pensaba que no ahorraríamos los diez mil, nos informan de una entrada bastante guay de dinero. Y terminamos el año con una cifra en el banco que, te lo juro, no entraba en las posibilidades de mi mente.

 

Por eso ahora sueño con comprarme una casa de 29 millones. Crear una residencia de artistas. Y patrocinarlos. Y vengo de comer arroz siete días a la semana para poder pagar un alquiler de 400 €.

 

Firme y en serio. Porque, ¿pa' qué voy a ponerme techo si la vida me ha demostrado que puedo lograr cosas a las que mi mente racional aún no tiene acceso?

Con el 1 y el 2 puedes ir más lenta si quieres. Pero rodearte de las personas adecuadas es LA clave. Cuando vimos esta casa (a partir de ahora, Harena House), la enseñé con ilusión y me encontré con caras de tú has perdido la cabeza. No permitas que las creencias limitantes de los demás afecten a tu crecimiento. Y protégete. Si necesitas apoyo, comparte tus proyectos, dudas o sueños con quienes sepas que están en el camino de manifestar cosas grandes.

 

→ Si no conoces a mucha gente que esté en ese punto, tienes deberes.

 

Somos el promedio de las cinco personas con las que más nos relacionamos. Tenlo presente.

Gracias a que soy ordenada con mi negocio pude ahorrar casi 9 000 euros en 9 meses desde cero. También hemos podido auditar nuestro proyecto y sacarle mucho más partido a la facturación. 

 

 

Es una app que trabaja para ti, capaz de registrar tu cerebro entero y filtrarlo por tus necesidades. Yo lo llamo magia. Ya me contarás qué nombre le pones tú.

 

Y hasta aquí por hoy. Que se me ha quedado una carta bastante ebook.

 

— Trabaja tus creencias. Te sorprenderás.

— No limites el dinero que quieres que entre en tu vida.

— Escucha tu cuerpo y cubre tus necesidades. Necesario para lograr objetivos.

— Haz detox de gastos durante unos meses.

— Rodéate de las personas en las que te quieras convertir.

— Utiliza Notion. Hazme caso.

○ Si alguno de mis mensajes te resuenan, me encantaría que los compartieras en tus stories. Recuerda etiquetarme en @lelepastor

○ Ahora mismo cabemos en un restaurante, pero si compartes esta carta, pronto necesitaremos una biblioteca. Puedes usar este enlace.

○ Si has llegado por un enlace y quieres conocer los pasos para auditar tu empresa y facturar más euros suscríbete

○ También te contaré los avances que hemos hecho estos meses. Te van a gustar.

 

Abrazo!