Me di cuenta que lo que se suponía que era disfrute ya no lo era tanto cuando detecté que mi hacer tenía tintes resultadistas.
Me lo mostró el enojo y la frustración
¨Esto no tenía que pasar¨
Lo que había arrancado siendo un experimento divertido y un espacio para la conexión se había convertido de repente en otra cosa.
Por suerte pude darme cuenta a tiempo y pararme el carro mental
Aún asi hay veces que pataleo,
Con ustedes: Mi relación con los tomates de la huerta.
Los tomates nacieron re power y anticipaban un verano a pura salsa y ensaladas copadas. Fue la semilla que más creció, triplicaba en altura a todas las demás y además crecía a una velocidad que era WOW.
Yo estaba feliz y orgullosa.
Hasta que las transplanté y ahí algo cambió.
Ya no crecían como antes y no solo eso, también se pusieron un poco violetas.
Algo me decía que no estaban bien.
Google y me maree más.
Que poca agua, que mucha agua, que un ovni y no se que cuanto.
Y ahí arrancó la frustración porque no podía entender que estaba pasando.
Todavia no lo entiendo bien.
Durante una semana me puse de mal humor.
¿Cómo podía ser?
Si todo iba tan bien!