El peor enemigo de todos

Me gustaría poder contarte mil cosas pero a veces me mareo y me quedo como en un lugar  raro. Trato de darme orden mental y organizar las cosas mejor. A veces tengo ideas que creo increíbles pero por momentos las mismas me generan un poco de dudas, aún así, después de alguna repensada y algún cambio, las activo y de eso estoy orgullosa. No dejo que mi enemigo nro 1 me meta muchos palos en la rueda.

Hace seis años y con un cafecito en mano, daba vueltas por el aeropuerto de México. Estaba  buscando pasar el rato mientras esperábamos subir al avión que nos iba a llevar a Puerto Escondido. En el medio de esa exploración encontré un pasillito que tenía muchas mini librerías y me dije perfecto, tengo para divertirme un rato. En eso vi un libro que me llamó la atención y lo compré. Sin saberlo me subí al avión con un libro que me iba a proponer (de una forma muy amorosa) cambiar la mirada que tenía de mí misma.

 

Para serte honesta el 90% del libro ya me lo olvidé, pero no importa porque hoy solo quiero compartirte el 10% del que todavía me acuerdo. 

 

Miguel dice que todos por dentro convivimos con dos seres, voces, energías o llamale como quieras. 

 

Una es el parásito y es esa voz que te tira para abajo y te pega en donde más te duele. Es la voz que te hace sentir vergüenza, que te disminuye y que te critica solo para herirte. No le interesa verte crecer, en absoluto, solo quiere hacerte sentir que no podes, que x cosa no es lo tuyo y que lo mejor que podes hacer es quedarte callada y dejar de molestar. 

 

 

Me gusta esta última pregunta porque creo que esta bueno saber exactamente qué nos dice. A veces la entrada de este ¨ser¨ es muy sutil y no siempre nos damos cuenta que estamos bajo su desagradable presencia pues puede arrancar chico y después escalar. Empezar a registrar cuando entra en acción me parece vital, porque cuanto antes podamos pararle el carro, mejor. 

 

El tema es que el parásito no tira nada constructivo. Es solo una voz que se alimenta de tu angustia y tu sensación de no sentirte capaz. Una porquería la verdad.

Por suerte y para contrarrestar tanta cosa pesada Miguel nos habla de otro personaje que también vive dentro nuestro y que apoda ¨El aliado¨. Este ser vendría a ser la contrapartida del parásito y un poco su kriptonita.

 

Todas tenemos dentro un parásito y un aliado  pero pensando en tu cotidianidad…¿En qué porcentaje crees que se expresan? ¿Es más un 70% parásito, 30 aliado? ¿Es al revés?

 

Como te contaba antes si me preguntas, la clave está en detectar lo más rápido posible al parásito para cortarle el chorro e invocar ahí al aliado. Sé que no siempre es fácil. Esto se parece más a un entrenamiento que a otra cosa. Es como ejercitar el músculo del aliado. Al principio puede costar pero con la práctica te aseguro que sale cada vez más fácil.

 

Un ejercicio que daba el libro y que me gustó mucho decía. Cuando te visite el parásito y ya lo veas poniéndose bien cómodo en el sillón pregúntate: ¨¿Qué me diría el aliado para exactamente esta misma situación?  Esta pregunta archi simple siempre me ayudó a cortar con el mambo mental y volver a mi.

Y esto que sigue no está en el libro y lo inventé yo jajaja pero a mi me gusta. 

Si te cuesta mucho conectarte con la energía del aliado asocia todo esto a una canción power que te llene de esa energía y posibilidad. Cuando quieras invocarlo dale play. 

 

¿Con qué canción entra el aliado en tu cabeza? ¿Te animas a compartírmela? Yo mientras tanto te cuento que mi aliado entra con este punch. 

Ejercicio poderoso: Pensá en algo en lo que hoy estés un poco pinchada y activa tu canción de aliado. Además, escribí 5 cosas que este ser del bien te diría.

Por acá literal por empezar a amasar. Hoy salen ravioles de calabaza.

Te mando un abrazo muy grande! y no te olvides de compartirme tu canción anti parásito jaja.

 

Nos vemos el próximo domingo

Flor

 

1- Me pone de mal humor el té común solo.

2- Hace años que no iba a la feria del libro. Fui en un acto nostálgico pues de chica iba todos los años. También tomé esta visita como una cita conmigo misma y fui en modo exploración.

3- Me compré libretas nuevas pues siempre estoy buscando lugar para escribir ideas.

4- Me llevó 35 años aprender a hacer una buena salsa blanca.

 

 

 

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