-y hasta el día de hoy sigo dando gracias que me tocó “canastita”.
Hola First name / friend,
En una ocasión apliqué a una posición de gerente que me “encantó” apenas la leí, me hizo “clic”.
Ojo, yo no cumplía con el 100% de los requisitos (apenas un 60%).
Pero sí sabía (y por supuesto tenía conmigo) toda la información que me permitiría encontrar las “equivalencias” entre esa vacante y mi experiencia previa.
Sin embargo, a pesar de haber logrado completar con éxito una:
• Aplicación extensa (y densa) en una plataforma en línea
Y posteriormente (literalmente varios meses después), haber superado una fase de:
• Prueba escrita con grado de dificultad
No logré superar el paso más importante de todos: La entrevista
Aún recuerdo aquel email que decía:
“Lamentamos informarle que no ha sido seleccionada para esta posición”.
O, dicho de otra manera:
¡Gracias por participar! Tome su “canastita”.
Pero hubo una línea en ese correo totalmente inesperada y al mismo tiempo “tan acertada”:
“Gisselle, estaremos felices de brindarte feedforward en una llamada”.
Con demasiados sentimientos encontrados, acepté. Al día siguiente conversé con la “gerente contratante”.
Y tuve la gran oportunidad de tener de primera mano las impresiones de una profesional “top 10 x 2”.
Siendo clave lo siguiente que me compartió:
“Gisselle tienes un perfil excelente, hiciste una gran prueba escrita, sabemos que puedes aportar muchísimo. Pero durante la entrevista…percibimos agotamiento y frustración de tu parte. Además, fue retador seguir el ritmo en tus respuestas. Para así relacionar fácilmente tus habilidades y logros a esta posición”.
Sí, esa era la “canastita”.
Y gracias a esa conversación de 20 min supe que:
Había saboteado una entrevista importante por llegar cargada de ansiedades y con un único objetivo:
Comunicar
Pero sin detenerme en ningún momento a:
Conectar (me)
Y hoy día doy gracias porque no fui seleccionada.
Pues si bien la vacante era “ideal” para lo que yo sabía “Hacer”, no se alineaba a lo que quería realmente “Ser”.
Exacto, estaba lejos de mis no negociables.
Por lo tanto, estoy segura de que llegué predispuesta.
Para nada estaba realmente “Conectada” con la posición.
El resultado de esta entrevista marcó un antes y un después en mi proceso de búsqueda.
En adelante me tomé el tiempo en analizar si me “veía y sentía” en las vacantes y si estas se alineaban conmigo.
Al aplicar con propósito, y de llegar a entrevista, iba con menos ansiedades.
Ya que al estar “conectada” al rol, junto a una preparación previa (desde que enviaba la aplicación):
Realmente (me) Conectaba en las entrevistas.
Me desempeñé muchísimo mejor pues:
Aprendí a bajarle la “Presión” a la “Intención” de compartir mis experiencias y logros durante las entrevistas.
Y esto, en más de una ocasión, me convirtió en una candidata destacada que pudo conseguir ofertas de empleo, incluso en plena pandemia
Tú también puedes y mientras sigues trabajando, darle intención a tu búsqueda y tener entrevistas más efectivas.
Si lo anterior resuena contigo, estaré encantada en acompañarte si me lo permites.
¡Hasta muy pronto!
-Gisselle
