Hola First name / friend,
Algo que he aprendido es que si sientes que ese lugar es donde ES, entonces con más razón debes estar dispuesto(a) a:
“Aplicarte al Aplicar”.
Recuerdo cuando apliqué en cinco ocasiones, en el espacio de un año, a una organización de mi interés.
Si bien no tenía experiencia en ese sector específico, sí había tenido responsabilidades similares y/o equivalentes a lo largo de mi carrera.
En las dos primeras aplicaciones, pasé el primer filtro, pero después ya no supe más (un tema que da para otra sobremesa, te lo aseguro).
Sin embargo, logré resultados cuando apliqué a tres vacantes dentro de un mismo departamento. Exacto, tres.
Sé que te estás preguntando: ¿Por qué aplicar a tres vacantes en paralelo, Gisselle? ¡Qué habrán pensado!
Lo anterior tuvo un objetivo: obtener la mayor cantidad de información a lo largo de mi proceso de aplicación.
La primera vacante (mi objetivo) se ajustaba a mi intención de conseguir un empleo de menor responsabilidad como “supervisora”.
Lo que logré investigar y analizar se alineaba con mis no negociables, pude “visualizarme” realizando las funciones.
Al estar sobrecalificada, ajusté toda mi información para “conectar” mi perfil a esta posición.
Para la segunda opción, a nivel “junior”, también estaba “sobrecalificada”, teniendo que ajustar también mi aplicación.
Y estaba la tercera vacante, que era totalmente equivalente a mi perfil actual de “gerente”.
Pero ya sabía que no quería absorber nuevamente tantas responsabilidades. Es decir, tenía mis no negociables bien claros.
Sin embargo, sabía que el simple hecho de aplicar me daría información de valor única para el puesto de “supervisora”.
Así que me tomé la tarea de identificar las “equivalencias” de cada vacante y adapté mi perfil para completar las aplicaciones individualmente.
Sí, apliqué a las tres posiciones al mismo tiempo.
Y en un lapso de seis meses pasé los filtros preliminares y llegué a la fase de entrevistas.
Primero tuve la entrevista del puesto más “junior”: me permitió obtener información valiosa sobre las operaciones diarias.
Luego, y curiosamente, tuve la entrevista para el puesto de “gerente”: esta me ofreció una visión más elevada e insumos invaluables que me ayudaron a conectar aún más con la posición de mi interés.
Finalmente, tuve la entrevista para mi objetivo: el puesto de “supervisora”.
Realmente me conecté en la entrevista. Llegué sin Presión y con la Intención de compartir mis experiencias y logros.
Pues ya había experimentado la dinámica en las dos entrevistas previas.
Flui mucho mejor…
¿Qué crees que sucedió?
Sí, me hicieron una oferta para el puesto de “supervisora”, el que realmente deseaba.
Tú también puedes, y mientras sigues trabajando: aprender a "Aplicarte al Aplicar." Dándole intención a tu búsqueda y teniendo entrevistas más efectivas.
Si lo anterior resuena contigo, estaré encantada en acompañarte si me lo permites.
¡Hasta muy pronto!
-Gisselle
