Encontrar la propia receta

De vez en cuando me mareo, hay tanta información dando vueltas que en vez de sentirme centrada, segura y enfocada me lleno de dudas. 

 

Pienso ¨Estaré haciendo bien¨ ¨Será esta la mejor manera?¨ ¿Y si hago A? ¿Y si hago B? ¿Y si hago C?. Fulana dice que tal cosa, mengana otra.

 

Después me enojo y me digo ¨Pero si ya estabas segura Flor!¨

Toda mi potencia se diluye al entrar en un espiral de dudas.

 

Y ojo, dudar no tiene nada de malo, pero empantanarse por escuchar mil versiones si.

 

Si nos sentamos y nos tomamos un mate (ay que ganas de tomarme un mate por favor)  te diría que esto tiene dos grandes aristas. Por un lado la prueba y el error, (el ya famoso se hace, se aprende que repito como loro) y por otro, el registro de cómo todo eso se siente, porque si hago pero no registro, entonces no sirve de nada.

No nacemos iluminados por vaya a saber quien sobre cuál es nuestra propia receta, alias  nuestra propia forma de hacer las cosas. Vamos aprendiendo sobre la marcha viendo los ingredientes y las recetas de las personas que tenemos más cerca. Como yapa, hoy personas desconocidas nos muestran una partecita de sus procesos, formas, e ingredientes vía internet.

 

Podemos copiar y pegar y ver que onda

o parar, pensar, adaptar, cambiar y ver que onda.

 

 

Pero volvamos a algo más interesante.

Yo he copiado y pegado recetas de vida y trabajo sin hacerme muchas preguntas. Algunas funcionaron un tiempo, pero otras no, al rato ya se sintieron mal. Hice todo esto desde la curiosidad pero también quizás desde la esperanza. Porque es más fácil copiar que parar, pensar, acomodar y actuar.

 

Y con esto vayamos al otro punto: Registrar cómo se sienten las cosas que hacemos.

 

Creo que llegadas a este punto es clave distinguir el miedo de incomodidad. Miedo y vértigo frente a lo nuevo (cosa muy normal y esperable) versus esa sensación muy de adentro que te dice que esta forma no va con vos, que no se siente auténtica. Algo así como si te dejaran en la calle con la ropa, peinado y maquillaje de alguien que incluso te generase un poco de verguenza.

 

Sé que a veces la línea es media finita y cuesta distinguir el miedo orgánico que nos produce lo nuevo de la pose extraña que es el copy paste sin razonar.

 

 

Mientras escribía esto me acordaba de las definiciones de Brene Brown sobre pertenecer vs encajar. No la encontré en español pero la podés escuchar acá

Te cuento todo esto porque esta semana estuvo muy marcada por las preguntas:

 ¿Cómo quiero que sean las cosas? ¿Qué es importante para mi? Y más allá del resultado, ¿Cuál es la forma que se siente más cómoda y genuina?

 

 

Poder mantener el foco y el disfrute en mi cotidianidad a veces requiere de un esfuerzo extra para no distraerme de cosas que no se sienten propias y seguir mirando mi carril (o andarivel).

 

Quiero compartirte cosas nuevas pero antes de eso necesito darles el último toque de horno.

 

Para terminar un poco abierto.

 

 

 

Abrazo grande!

Flor

 

 

 

1- Tuvimos una cita fallida con Dami, ibamos a salir pero las fichitas del tetris no se llegaron a acomodar, probaremos la semana que viene!

2- Estoy muy en modo cocinera. Esta semana hice por primera vez kniskes y lajmayines. todo un 10!

3-Hoy nos visita toda la flia extendida de Dami (Córdoba presente). Me da una felicidad recibirlos.

4-Si te gusta Charly Garcia porfa escuchate este podcast, es una locura total.

5-Después de 6 meses de dar vueltas, fui a la pinturería, elegí un verde y pinté la habitación, un éxito total. Todo esto es parte de este proceso personal.

 

 

 

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