Ya estoy de vuelta en Buenos Aires. Qué lindo es viajar y qué lindo es volver a casa. Los últimos días en Nueva York fueron intensos. Caminé un montón, me comí todo y corrí en lugares nuevos. Lo que más me divirtió fue hacer un poco de coolhunting y probar cosas nuevas. Unas horas antes de irme descubrí Win Son, un café-restaurant que fusiona los clásicos americanos con comida asiática. Fue mi lugar favorito del viaje. Desayuné algo que era un híbrido entre un burrito y un wrap, pero estaba hecho con harina de arroz crocante, tenía jengibre, huevo, queso y otras cosas asiáticas que amé. Si me hubieran quedado más días te juro que volvía a probar todo el menú. Otra cosa que hice fue enfocarme en el rubro hidratación: probé aguas y gaseosas e isotónicas del color y sabor que se te ocurra en el formato que se te ocurra. Me traje algunas cosas a casa para seguir explorando. En estos días voy a profundizar sobre esto en redes porque es fascinante.

 

Hay algo en lo que pienso cada vez que me siento a escribirte. Puede parecerte medio ridículo pero siempre me pregunto en qué momento me leerás. ¿Será el lunes apenas lo mando?¿El martes de la semana siguiente mientras vas de un lado al otro de la ciudad en bondi? O capaz elegís abrir el mail el sábado antes de arrancar el fin de semana. No lo sé, pero es algo que me da mucha intriga. Y en esta edición en especial lo pensé más aún porque me gusta fluir con tu rutina. Sé que la temática es un poco laboral así que cuando pongo Send en un feriado me tienta mandarte algo más light. Es una disyuntiva que no logro sacarme de encima.

Antes de ir a lo importante: la semana pasada salí en La Nación hablando de algo que aprendí en SXSW y que expando acá. Ahora sí, hoy hablamos de un posible futuro sin pantallas, de redes de entretenimiento y de consumo híperlocalista con una marca súper nueva. Empecemos que en 5 minutos seguís de feriado 😂

¿Estamos dirigiéndonos a un mundo sin pantallas? No del todo pero sí puedo confirmar que estamos empezando la transición a un mundo donde la tecnología está más integrada, es más intuitiva, más dialógica y está más contempladora de nuestras acciones. Está empezando a surgir una nueva generación de dispositivos que, potenciados por inteligencia artificial, dan soluciones sin mediar con pantallas y que, en paralelo, interactúan con lxs usuarixs a través de interfaces más intuitivas que dependen más de la acción que de la palabra. La idea del asistente virtual como puede ser Alexa es un comienzo para esta nueva generación de aparatos que responden más a la acción y a la reacción inconsciente de sus usuarios que a la orden escrita. Al aprender más de nuestras acciones y reacciones, estos nuevos aparatos van a acercarnos soluciones alineadas con nuestro comportamiento personal. Desde aprender que nos gusta caminar al trabajo y evitar darnos direcciones de traslado sobre ruedas hasta recordarnos llamar a nuestra familia en un momento en el que estamos anímicamente disponibles, las opciones de uso son infinitas. Esto no quiere decir que vamos a dejar de usar pantallas, pero sí implica que estamos por presenciar un cambio más radical que la aparición del primer smartphone.

Es muy posible que, en el futuro cercano, nuestro asistente inteligente decida no avisarnos que nos llegó un mensaje conflictivo si se da cuenta de que estamos teniendo un mal día, por ejemplo. Otro caso de uso que podríamos ver es que las marcas elijan no mostrarnos publicidades si estamos en un momento de enojo para evitar ser asociadas a ese mood. Teniendo más información de nuestro comportamiento a nivel consciente e inconsciente, también va a ser posible customizar las interacciones y los productos que nos ofrecen con aún mayor precisión – con todo lo bueno y lo malo que esto conlleva. Si pensamos en retail, los negocios van a poder modificar el precio de sus productos de forma dinámica según nuestra respuesta inconsciente al verlos. Todo esto va a ser posible gracias a la integración de sistemas de colección de datos biométricos – si pensamos en la evolución de aparatos como Apple Vision Pro que tiene cámaras y sensores incorporados, podemos ver un futuro en el cual unos lentes pueden saber si nos aumenta el pulso, si sudamos, si se nos dilataron las pupilas, si nos enojamos viendo el precio de una falda.  Si bien es desafiante plantear escenarios precisos de a dónde estamos yendo en un momento tan incipiente del desarrollo tecnológico, estas son algunas de las aplicaciones posibles para el futuro de las comunicaciones. La privacidad y la seguridad van a ser los grandes desafíos atados a estas nuevas tecnologías.

TERRA es una brújula para caminantes. El aparato se introduce como un acompañante consciente que usa IA para ayudarte a deambular sin perderte. Al introducir qué es lo que querés hacer y cuánto tiempo tenés disponible, TERRA te arma un recorrido hecho a medida de tus deseos y te guía con movimientos hápticos. Es de fuente abierta así que lo podés construir donde sea que estés con una impresora 3D y algunos otros. La idea del gadget es invitarte a perderte sin la interrupción invasiva de las pantallas.

Ai Pin de Humane es un aparato diminuto que viene a reemplazar a los smartphones. Aprende de las acciones y del lenguaje y te ayuda a abandonar la pantalla y las tareas que ellas conllevan. Desde decir qué querés comunicar en un mensaje y que lo escriba la IA hasta traducir simultáneamente conversaciones, el aparato marca un camino hacia el futuro de las comunicaciones y la rutina humana. 

1 de cada 10 consumidorxs no mira TV en un día normal. En paralelo, el uso de Instagram Reels está creciendo exponencialmente con un aumento de 41 puntos porcentuales en los últimos 4 años. A la hora de entretenerse, lxs consumidorxs eligen las redes sociales. Veloces, dinámicas y con un feed diseñado a medida de los intereses particulares de cada usuario, lxs consumidorxs prefieren recurrir a estas plataformas para distenderse. Si bien la sensación social de estos espacios virtuales está decayendo, el componente entretenimiento sigue creciendo y ganando espacio. Uno de los desafíos que deja entrever la actitud hacia las redes de entretenimiento, es la falta de profundidad vincular y conexión social. Lxs consumidorxs empiezan a sentir que reenviar memes y videos cortos no promueve la creación de relaciones, por lo que están en busca de espacios que sí lxs ayuden a diseñar vidas sociales más satisfactorias. Pista para lo que se viene: clubes deportivos y marcas como hubs sociales.

Imperio Austral lanza una línea de ropa que resalta el valor del talento y las industrias argentinas. Con estética contemporánea (y muy cool), la nueva marca vende buzos y remeras estampadas con la identidad y elementos gráficos de ARSAT, la empresa de servicios satelitales argentina. Haciendo referencia a la popularidad que ganó la NASA en el último tiempo y a cómo empezó a aparecer en el rubro moda, el creador del proyecto se preguntó por qué no resaltamos íconos culturales e industriales locales en nuestra ropa. Este es un gran ejemplo de cómo las marcas están apoyándose en el localismo y en el orgullo nacional para conectar con lxs consumidorxs dándoles productos que estén alineados a sus valores. En los próximos años vamos a ver cómo se profundiza este movimiento de revalorización y vuelta a los íconos locales como respuesta a las fuerzas de la globalización. Para tener en cuenta: vamos a ver un movimiento de híperlocalismo donde pequeñas localidades (incluso barrios) reconectan con los valores de su comunidad priorizando el consumo interno y los valores identitarios híperlocales. Otro gran ejemplo de este fenómeno es el alfajor Havanna con sal marina.

Una revista que habla de productos agrícolas y cuenta las historias de sus productores // MUJI quiere batallar la epidemia de la soledad creando comunidad en Japón // Una marca muy canchera para ciclistas (porque el running no es el único deporte que está trending) // Gatorade entra en una nueva era y lanza un AGUA con electrolitos

Hace unas semanas estaba paseando por internet y me encontré con el perfil Nudake. Nudake no es unx artista, ni diseña ni nada de eso que te suelo compartir antes de irme. Nudake es una panadería coreana y desde que vi una foto de su nuevo local en Shanghai entré en fascinación con su mundo de fantasía pastelera. El local recrea un gimnasio con productos de hojaldre GIGANTES. Lo que me gusta es que en su afán creativo, la marca se ríe de la refinación y del minimalismo y le mete un componente surreal, casi sintético, al mundo de los hojaldres. Long story short: el perfil está repleto de renders con croissants y oniwassants (o sea, una cosa entre croissant y onigiri que amaría probar) y otras fantasías. Lo mejor de todo es que, como es una panadería, tiene un local que parece una galería de arte que, obviamente, lleva al frente esta fusión entre fantasía y chiste. Creo que al fin y al cabo, lo que me gusta es que no se toman tan en serio los códigos tradicionales de su rubro, se aleja de la refinación francesa y adopta un punto de vista bastante singular donde la comedia y la comida se juntan con estilo. Andá a mirar su perfil y decime si no te morís de ganas de teletransportarte al menos por una hora a Corea.

Gracias por llegar hasta acá abajo :)
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Hola ¿nos conocemos? Me presento. Soy Gaba Najmanovich. Vivo en Buenos Aires y soy analista de tendencias. Desde chiquita tengo una fijación con el futuro. Tanto es así que lo convertí en mi profesión. Trabajo independientemente, doy charlas, hago consultorías y en 2020 decidí empezar a compartir mis herramientas con el mundo. Reformé mi Instagram, lancé un reporte, arranqué a dar talleres y hasta lancé EXTRA SHOT, un formato audiovisual que hace de las tendencias algo accesibles para todxs. Y acá estoy ahora, mandándote este mail con ganas de inspirarte. Un gusto en conocerte, ojalá sigamos en contacto ;)