Te comparto todo esto, porque esta analogía apareció mucho en las mujeres que se sumaron a la última edición de Fan de los lunes. La vida tiene su ¨corriente¨ propia. Por un lado está el ¨camino preestablecido¨, que nos dice, estudias, trabajas, te pones en pareja, tenés un hijo, te perfeccionas en el trabajo etc etc, combinado con la rutina del día a día que tiene ese efecto de adormecimiento, me animo a decir. Que el cole, la vianda, las reuniones de trabajo, el cumpleaños de fulanito, el trámite de la no se que cosa, etc, etc etc.
Y a veces pasa, que cuando paras un segundo y querés volver a vos, no tenés la más pálida idea de dónde estás ni de qué querés. Te desconoces.
Reencontrarse con una misma no siempre es fácil, porque acá ni siquiera se trata de volver a la sombrilla, no hay referencia visual posible, ni siquiera podés preguntarle a otro para donde ir. El camino es hacia adentro y hay muchas distracciones que hacen esto difícil de sostener.
Para pensar:
¿En qué cosas te desconoces?
¿Qué elementos crees que componen la corriente submarina que te aleja de vos misma?
¿Qué acciones concretas se te ocurren para contrarrestar este efecto de distracción y adormecimiento?
¿A qué te querés comprometer?
Pum,
listo
es todo por hoy ; )
Nos leemos pronto,
Flor