Hola, soy Flor Carvutto, mentora de mujeres profesionales que están buscando reinventarse.
La mejor herencia 
Gracias por tantas respuestas al mail de los -no éxitos-.  Confirmo una vez más que esta comunidad es increíble. Después de ese news mi casilla se llenó de historias similares. A veces creemos que estas cosas nos pasan solo a nosotras, pero no, caemos juntas y nos levantamos juntas.
 
Disclaimer del amor: Intento contestar todos los mails, pero puede, que alguna vez alguno que se me escape.
 
Ahora si, arranquemos con el news de hoy. 
 
Poder estar acá escribiéndote tranquila, con un trabajo que amo y en paz sobre mi economía personal fue parte de un proceso largo como también de muchos privilegios. Y sobre acá quiero que hagamos foco, en nuestros privilegios.
 
No voy a negar, (ni tampoco quiero), que haber nacido dentro de una familia de clase media me hizo las cosas más fáciles que a otras personas. No tuvimos lujos pero siempre sentí tranquilidad. Mis papás que vivieron infancias y adolescencias turbulentas e inquietantes hicieron un gran esfuerzo para que mi hermana y yo crecieramos en un ambiente estable y amoroso. 
 
Pero ese no fue el único privilegio que heredé, hubieron más, como por ejemplo el de invitarme siempre a intentar. Ellos sabían muy bien que las cosas no siempre salen a la primera, que hay cosas que cuestan y que un error no es un fracaso, es simplemente un error. 
 
Hablando de esto con Ceci Alemano ella me preguntó: ¿Te acordas algún momento puntual? Mil le contesté.
 
Como por ejemplo la noche en la que bocharon por segunda vez el final de procesos industriales. Pum, otro 2 a la libreta. Me sentí humillada. Esa noche en cuanto abrí la puerta de casa y mi mamá me preguntó cómo había ido me largué a llorar. No la pude caretear, me senté en el sillón y todo lo que estaba adentro salió. Ella se sentó al lado mio, me abrazó. Al rato y despacito me sacó las manos de la cara. Sentí cómo me veía y me reconocía. 
 
(Escribo esto y lagrimeo)
 
Susana y Juan, así ya los conocen un poco más, nunca criticaron mis intentos, mis pasiones o mis resultados. Tampoco siento que me hayan definido a través de mis logros o fracasos. Simplemente era Flor, no Flor la que …… (inserte aqui algo lindo o no lindo).
 
Cada vez que caí o tropecé, estuvieron ahí, sosteniendo el llanto y alentando más tarde a volver a intentarlo.
 

También y en modo registro fotográfico tierno este momento:
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Este día tenía un acto especial y había ido toda mi familia a verme actuar pero ni bien entré al teatro me dio pánico. No pude subir al escenario siquera. Fue un día de mucha contención. No hubo señalamientos, hubo empatía y conexión.
A esta altura, me gustaría pasarte la pelota a vos ¿Cuáles son las herencias por las que tenés más agradecimiento? Podés pensar en tus papás, tu abuela, tu tía. ¿Qué cosas tu familia te dejó que son tan buenas que queres darselas a tus hijos, sobrinos, o directamente a alguien de la próxima generación?
 
Sé que lo que te diga, nunca va a tener el mismo peso de las palabras que te digan tu mamá o tu papá.  Aún así, y como siempre te invito a que pruebes, a que intentes. La podés pasar increíble o te podés caer. Por esto último no te preocupes tanto, porque caer nos vamos a caer todos, como diría Brene Brown: es parte de la física de la vulnerabilidad. 
Nos abrazo
Flor
 
 
 
 
Antes de cerrar  : )
 
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