Hola, soy Flor Carvutto. Mentora de mujeres profesionales que están buscando reinventarse.
3 días así no
Hoy quiero compartirte dos historias que de alguna forma se entrelazan.
 
Hace unas semanas fuimos a comer un asado a lo de uno de nuestros ex compañeros de multi. Digo nuestros, porque con Dami nos conocimos trabajando ahí. Mis recuerdos más felices en relación de dependencia están ligados a esa multinacional y a ese equipo. Fueron 3 años y medio de trabajar un montón pero también de reirme un millón.
 
Para ponerte en contexto: Después de ese trabajo es que me fui a Bélgica y todo detonó.
 
La cuestión es que de alguna manera el espiíritu de ese equipo siguíó. Aún cuando algunos renunciaron y emprendieron, otros cambiaron de sector y otros directamente cambiaron multinacional por multinacional, hoy tenemos un chat de whatsapp en el que hablamos seguido y nos vemos 1 o dos veces al año. 
 
Dato de color: En ese mismo grupo está quien era mi jefe, Martín y quien era el jefe de Dami, Gastón. 

Martín fue siempre un tipo muy carismático. Cuando lo conocí, de supply chain sabía poco y nada. Él mismo se reía de estar en un equipo con todos ingenieros. Sin embargo, compensaba su no know-how con un liderazgo digno de sacarse el sombrero y aplaudir.
 
Cada 2x3 llevaba a su equipo a tomar cafecitos para sondear cómo andábamos.  En uno de esos me dijo: Carvu, (porque allá me decian Carvu, por Carvutto), si vos un día te levantas sin ganas de venir, ok, si te levantas dos días sin ganas de venir, ok, pero si ya pasan 3 días y seguís sin ganas de venir, me llamas y hablamos.
 
Disclaimer: Obviamente que tenía que ir al trabajo igual. Él me estaba hablando de otra cosa.
 
A los dos años de trabajar juntos surgió una oportunidad en otro sector y me cambié. Nunca llegué a ese tercer día en su equipo de no querer ir. Mi ruido interno empezó después. Y para ese entonces me daba pánico terminar de aceptarlo, porque yo sabía que eso no se solucionaba con una charla de café ni con un cambio de sector.

Ahora la otra historia.
 
Estoy charlando con una mujer que se quiere sumar a Fan de los lunes. Me cuenta que quiere cambiar, que no se ve haciendo este trabajo por mucho tiempo más. La rutina se le está haciendo cada vez más pesada y ya es inaguantable. 
 
La entiendo, realmente la entiendo
(Imaginemos que se llama Carolina, no es su nombre real pero imaginemos)
 
Flor: Caro, ¿Hace cuánto que te sentís asi?
Caro: …… ¿Mmmm 20 años? 
Caro: A ver, (hace cuentas), si 20 años.
 
Silencio

Hay una parte mía que se sorprende pero hay otra no, hay otra parte que la entiende. ¿Leiste el news de la corriente? Sino lo podés escuchar acá
 
Y ahora, en un mail sin mucha anestesia te pregunto a vos.
 
¿Hace cuánto que te sentís así?
¿Hace cuánto que lo sinceraste para vos?
 
Hago esta doble pregunta porque puede haber un gran diferencia entre respuesta y respuesta. 
 
La pregunta no es para que te des con un látigo sino para registrar. Tomar consciencia de esto ya es un montón. Te lo dice alguien por negar tanto después explotó.
 
Este news es distinto, porque viene con una parte 2 pero en forma de podcast. Hace un tiempo que empecé a ver un patrón. El 80/90 % de las mujeres que se suman a Fan vienen de este recorrido mental y emocional. En el último episodio del podcast te cuento por qué a veces tardamos 20 años en decirnos que si.
 
 
Espero que dentro de todo el remolino que es esta búsqueda, este episodio se sienta bien.
 
Te mando un abrazo grande!
¿Nos leemos el domingo que viene?
Flor

 
 
 
 
Antes de cerrar  : )
 
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