¿Cuál es el motivo principal que nos lleva a la reinvención (o como prefiero llamarla: transformación)?
LA INCOMODIDAD
“Cuando caemos en la cuenta de que un demonio es una puerta, comenzaremos a relacionarnos con él de una forma completamente distinta".
✍️ Mario Alonso Puig
📖 El Camino del despertar
Una noche de enero del año pasado estaba acostada en una silla de extensión viendo uno de los cielos más asombrosos que he visto en mi vida, en San Pedro de Atacama. Aunque el frío era despiadado, yo me sentía en un vientre enorme, calientito y amoroso que me mecía y me sostenía. Supe de inmediato que era el desierto, nutriéndome como una Gran Madre, pero también diciéndome que ya era hora de salir y dejar de evadir esa incomodidad.
La incomodidad es esa bendita piedrita en el zapato, que una vez que nos damos cuenta de que está ahí, ya no podemos dejar de verla, y lo peor es que si tratamos de ignorarla o taparla (yéndonos de compras, tomando alcohol u otras cositas, comiendo de más…), se va a hacer más grande y más grande, hasta que te rompa en mil pedazos.
Sí, eso me pasó a mí.
Mi amiga la incomodidad fue mi enemiga por mucho tiempo. A veces se siente como un vacío existencial o como una crisis emocional, y otras veces toma formas muy difíciles de detectar, como ganas de tener un hijo/a, una pareja, irte a otro país, recorrer el mundo, estudiar y hacer muchos cursos… todo con tal de distraernos y no sentirla.
Desde que cumplí 30 (ahora tengo 36), ingenuamente pensé que estaba dando pasos hacía mi autenticidad, la integración de mis partes, el reconocimiento de mis sombras, maternando mi niña interior, y fue así en realidad.
Digo ingenuamente, porque cuando dije que SÍ a este camino de autoconocimiento, no sabía que:
Al sentarme todos los días a meditar para enfrentarme con la verdad de mi alma
Ver mis sombras y volver a sentir todas esas emociones difíciles que no quería revivir
Conversar con terapeutas, maestros/as, coaches y mentores para que me ayudaran a dilucidar mis patrones
Escribir y leer todos los días para entenderme
Hablar de mis miedos más profundos y de los momentos de vergüenza que aún no me perdonaba
Haciendo tooooodo eso, estaba desbloqueando nuevos mundos internos (al mejor estilo de Mario Bros), que me pedían cada vez más valentía y coherencia.
Lo mejor era que ¡lo estaba logrando! y lo peor era que había una parte de mí donde la incomodidad se estaba haciendo más y más grande. Me había dejado al borde de un precipicio y del otro lado estaba mi versión más auténtica, la tan anhelada pieza final para la complitud en este largo recorrido de vuelta a casa.
Casi sin darme cuenta, al regresar de Atacama a mi vida en Santiago, estaba en la orillita de ese precipicio. Podía ver como los terrones y las piedras en forma de ansiedad ydepresióncaían al vacío, y yo me aferraba hasta mis últimas fuerzas para retrasar el salto inminente, sabiendo que ya no había escapatoria. Regresar a mi antigua vida no era una opción y permanecer allí era insoportable.
Ya se imaginarán cuál era ese salto al vacío…
¡Así es!: renunciar a esa última versión de mí que ya no se parecía a la YO que había pasado los últimos años quitándose capas como una cebolla. Esa versión que usó la máscara de la “gran profesional”, inteligente, intelectual, que se construyó a sí misma para hacerse un lugar en el mundo, y que gracias a eso había alcanzado a ser parte de una gran corporación.
Literalmente, al regresar de ese viaje, sentarme todos los días frente al computador me hacía sentir así:
Cuando la incomodidad toca tu puerta, déjala pasar con amabilidad y escucha su mensaje. Te viene a decir que has despertado, que ahora puedes ver más allá de tu mente. También dice que llegó la hora de cambiar de piel, que la que tienes ya te queda muy pequeña. Te viene a empujar a la orilla del precipicio porque del otro lado encontrarás versiones de ti que están más cerca de quien viniste a ser, antes de que el mundo te dijera quien debías ser.
Gracias a ella, la incomodidad, ahora sé que renunciar a mi trabajo fue un gran salto de valentía (y ya les contaré más sobre eso), pero también es apenas la punta del iceberg. El verdadero terremoto interior es el pleno proceso de transformación que estoy viviendo y que ahora comparto con ustedes.
Gracias. Estamos caminando juntos/as ✨
😉 Yo que tú…
📲 Yo que tú, no me pierdo el LIVE que vamos a tener hoy a las 19:00 hrs (hora Chile) en @vengaybeacon @ericka.floresc, coach holística y una poderosaaaaa maestra de Registros Akáshicos. Vamos a conversar de todo lo que debes saber sobre los registros y cómo pueden ser una herramienta en nuestro trabajo espiritual.
✍️ Yo que tú, me dejo de estirar el chicle (te lo dice alguien que lo estiro todo lo que pudo), busco un momento a solas, prendo una velita o incienso, hago tres respiraciones profundas intencionando valentía, y me pongo a escribir en mi journal:
1. ¿Cómo se siente la incomodidad en mi cuerpo?
2. ¿Cuál es el mensaje que me vino a traer eso que se siente incómodo en mi vida?
Nos leemos el próximo jueves 💚
Esta es la señal que necesitas para sostenerle la mirada a la incomodidad y decirle que te vas a hacer cargo de su mensaje, porque tienes la valentía para hacerlo✨
Bearneily Toro
Agustinas 681 Santiago, Región Metropolitana 8900000, Chile