Seguramente a esta altura de tu vida ya cambiaste varias veces de puesto, de compañía o de sector. ¿Por qué es que entonces nos cuesta tanto ir hacia un cambio profundo en lo laboral? 

 

Es simplemente un trabajo no?

Qué tiene de distinto este cambio de los demás?

 

Bueno, de eso quiero hablar hoy.

 

Me veo hace 10 años. Una amiga me invita a una cena en su casa con gente que no conozco. Digo que si, llevo un vino y voy. 

 

La charla entre las personas que estamos en el living arranca lento y con la misma pregunta de siempre: ¿Y vos qué haces? La pregunta me hace doler la panza y en dos milisegundos me abro al debate ¿Le cuento a este desconocido que estoy en una crisis total y que mi trabajo ya no me representa pero no sé lo que quiero hacer? ¿Me muestro angustiada y pérdida?

 

Tocan el timbre y me despabilo.

Soy ingeniera contesto. Trabajo en Pepsico.

 

Todas las multis en las que trabajé siempre generaron algo de admiración en los demás. (Lo cual siento que hizo mi retirada mucho más difícil ya que muchas personas suponían que esos trabajos eran lo más)

 

 

 

 

Me quedo mirando el espacio en blanco con la lapicera en la mano (esas que están atadas con un piolín al mostrador para que no te las robes). Entro al debate mental de nuevo y me enojo. Fantaseo con escribir cualquier cosa pero termino escribiendo lo mismo de siempre: Ingeniera.

 

Ya esta flor, es solo un papel me digo.

Respiro, (abrazo a mi yo del pasado) y vuelvo al presente.

 

Nos guste o no, asociamos mucho de nuestra identidad a nuestro trabajo.

 

Decimos:

Soy contadora,

Soy arquitecta

Soy licenciada en

Soy ingeniera.

Soy (inserte su profesión aquí)

Entonces empieza el ida y vuelta en la cabeza.

 

Porque, si no soy ingeniera ¿quién soy?

Y si encima no sé lo que quiero.

 

Una de las tantas fibras que se mueven en una reinvención profesional es la de la identidad, (y convengamos que es una fibra bastante sensible). Esa identidad está asociada a un lugar, a un momento de tu vida, a personas, recuerdos,y otras cosas que te pasaron y de alguna forma te definen.

 

La necesidad del cambio que posiblemente estés experimentando ahora desprende muchas preguntas: Entre ellas las dos más power:

 

¿Quien quiero ser?

 

 

El día de mi despedida lloré un montón. Sentía una agradecimiento profundo pero también tristeza y entusiasmo. Era una bola de emociones. En la noche del día de la foto mis ex compañeros organizaron una cena en casa con karaoke. Me despedí a lo grande, tomando birra y cantando a los gritos.

 

A veces, como con las mujeres que hablo, pasamos 10 años en un trabajo, los compañeros se transforman en familia, y la oficina un lugar en donde no tenes que salir a preguntar todo el tiempo, porque más que aprete y se sienta un poco angustioso es un lugar conocido para vos.

 

 

Por eso nos cuesta tanto transionar. Porque esto no es pasar de Flor ingeniera en tal multi a tal multi .Es más profundo. El movimiento que hacemos es mas de bases.

 

 

 

Si estás en esta, te abrazo, mucho. Quiero decirte que esto que sentís pasa siempre y cuando tengamos paciencia para transitar la despedida y valentía para ir a buscar nuestra nueva versión.

 

Nos leemos el prox domingo,

Un abrazo!

Flor

 

 

 

 

 

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