Pero como este no es un newsletter relacionado al mundo del amor, le doy una vuelta de rosca y te pregunto a vos. Pensando en tu trabajo, y en todo lo que se mueve en el. ¿Qué preferís, renunciar o qué te echen?
Tomate el tiempo de pensar en la respuesta y en el porqué elegís lo que elegís.
(Hay más personas que te podés imaginar que prefieren que las echen, no por la indemndización, sino porque no se sienten con la valentía suficiente para decir, listo, me voy. ¨Si otro toma la decisión por mi, mejor¨.)