Dicho esto, te cuento dos experimentos que estuve haciendo.
Experimento 1 y contexto 1: La segunda etapa de Fan es bastante picante y aparecen muchos miedos. Para que tengas una idea, es el momento en donde ya sabemos hacia dónde queremos ir y la invitación es a crear, activar, empezar. Muchas acá se frenan (el miedo a que salga mal, a no ir lo suficientemente rápido, al abrumarse por hacer algo muy distinto,o [inserte su miedo paralizante]). Como vi que la cosa venía intensa, se me ocurrió una sorpresa: en uno de nuestros encuentros (de Fan 6) convoqué a las mujeres de las ediciones 4 y 5 para que cuenten cómo lo habían vivido ellas. La sensación general fue de alivio y de “hay luz al final del túnel”.
Experimento 2 y contexto 2: Ay dios, cómo nos cuesta hacer. Si no nos hacemos realmente el tiempo, las horas y los días pasan y la rutina nos devora el espacio para nosotras. El lavarropas, llevarle los estudios al ginecólogo, buscar el libro de no sé qué cosa, la reunión de padres, los imprevistos x 53242.
Un poco por eso hice el experimento de convocar a las 6 ediciones de Fan a un encuentro de 2 horas para laburar. Micrófonos apagados, un meet con cámara, y que cada una le ponga 2 horas a su proyecto. No importa en qué estadio esté.
Nos juntamos ayer y fue increíble. ¿El resultado? Proyectos que avanzaron y se llenaron de energía. Y no necesitamos una cosa extraña, sino un encuentro de 2 horas todas juntas para hacer.