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Nos vais a perdonar este gif tan desvergonzado, pero de vez en cuando hay que llamar la atención, que si no os dormís en los laureles. Todo cobrará sentido de forma inverosímil a su debido momento.

 

Y es que hoy hablaremos de cosas mayúsculas y estupendas, porque en la naturaleza, el tamaño también es importante.

🐋 CACHALOTES, LOS REYES DEL BUCEO TEK

Lo confiesamos, nosotros también hemos llamado ballena al cachalote.

Todos son cetáceos, pero el cachalote no es una ballena al uso. 

 

Las ballenas son misticetos (cetáceos con barbas) que se alimentan de krill, copépodos y demás habitantes del plancton. Son todo boca, cogen una bocanada del tamaño de varias piscinas, la cuelan con las barbas y se tragan lo que haya caído dentro (una solución muy práctica cuando eres una mole de carne inconmensurable que debe ser alimentada).

 

Los cachalotes, por el contrario, son odontocetos (cetáceos con dientes) y son depredadores. Esto no es ninguna tontuna: un mamífero que pesa 50 toneladas consume muchísima energía sólo por existir y pretender vivir a base de la persecución activa de presas es una apuesta mucho más arriesgada que la de los misticetos (friendly reminder: las ballenas). 

Sus presas son básicamente chopitos de 15 metros que viven a más de 1000 metros, por lo que no sólo tienen que ser capaces de sumergirse hasta la zona abisal, sino que como son mamíferos luego deben subir a la superficie para respirar. Eso implica someter tus 50 toneladas de cuerpo serrano a un cambio de presión de 100 atmósferas en cuestión de minutos. 

Esto es una osadía evolutiva increíble. Y encima duermen así ⬇

Representación de una siesta memorable.   📷 Franco Banfi

¿Y qué es lo que suelen tener las ballenas pegadas a su cuerpo que parecen mejillones de roca? Sí queridos, los cirrípedos. Ahora nombre usted el primer cirrípedo que le venga a la cabeza: El percebe.

 

Pero no hablaremos hoy de los percebes sino de su pene.

Los percebes pertenecen al grupo animal con el miembro proporcionalmente más largo de la biosfera.

 

Vale vale, la herramienta más grande en términos absolutos es el de la ballena azul (Balaenoptera musculus), que puede superar los dos metros de longitud, pero teniendo en cuenta que es el bicho más grande del planeta tampoco impresiona tanto y se queda, tras hacer una sencilla regla de tres, en un pene de 11 centímetros para una persona de metro setenta de alto.

 

En el caso de los cirrípedos, el pene llega a alcanzar hasta 20 veces su tamaño, con lo que el equivalente humano sería un instrumento de 34 metros. Teniendo en cuenta la vida sésil que llevan (que no se mueven ni queriendo), es una gran solución a un problema de dimensiones equivalentes.

💙 CREEPY CREATURES: PICOZAPATO

PICO ZAPATO O REY CON CABEZA DE BALLENA (Balaeniceps rex).

Pero espera ¿Esto no iba de animales marinos? Es posible, pero ya estamos en plena temporada y empieza a no haber nadie al volante de estas newsletters. Que se nos cuele un pájaro será lo de menos.

 

No sabemos si su pose de animal maléfico es pura sobreactuación o son sus ojos amarillos, sus garras largas, y una cresta despeinada que sobresale en la parte posterior del cráneo lo que hacen de él una pesadilla de peluche.

 

Te encontrará él a tí, desde luego, en Sudán, Uganda, Tanzania y Zambia. 

 

A pesar de su mirada inquisidora y sus dimensiones masivas (un metro y medio) dicen que no es un animal agresivo, aunque tiene una extraña costumbre para llamar la atención de sus padres, que es matar a su propio hermano al nacer. Las hembras normalmente ponen solo dos huevos y solo sobrevive el primero, el otro es una mera copia de seguridad por si algo fallase. 

 

Este comportamiento se conoce como cainismo.

 

Dadas sus dimensiones, es común que el picozapato extienda las alas para equilibrarse al caminar. Este comportamiento le confiere una presencia aún más amenazadora.

 

Otro detallito asombroso es que orina y defeca sobre las patas para bajar su temperatura corporal, pero del picozapato ya no hay nada que nos sorprenda porque es la viva representación del mal.

 

Es un experto en esperar a que surja su presa de un pantano africano, ya sea pez, cocodrilo o tú. Puede mantenerse horas en el más absoluto silencio, pero cuando quiere llamar la atención emite un ruido parecido al de una suave AMETRALLADORA. Este pájaro es espeluznante lo mires por donde lo mires y si quieres fliparlo mira este video.

Como lo oyes. La persona que nos habría gustado llegar a ser si hubiésemos estudiado biología marina o ciencias del mar viene a vernos. Dirige proyectos de investigación para la Fundación Charles Darwin de Galápagos (el archipiélago ecuatorial que contiene el mayor número de especies vegetales y animales endémicas del planeta y que es también una de las mayores reservas marinas del mundo).

 

 

Estamos preparando una charla para que conozcáis un poco mejor su trabajo. El mundo que Darwin nunca vió, lo está viendo él y tiene un montón de cosas interesantes que contarnos.

 

Si tenéis alguna pregunta que os gustaría hacerle, o queréis saber más sobre algún aspecto de su trabajo solo tenéis que contestarnos al mail. Se lo trasladaremos y contestaremos todas las preguntas posiblemente por Instagram. 
O no, ya veremos.

 

Por si acaso seguid atentos a nuestras redes, porque os explicaremos semejante mandangada próximamente.

Nos vamos ya con la única forma de que os escuchéis un buen bolero: si te lo canta la Rosalía. Versión de Justo Beancourt donde se monta un akelarre en petit comité junto a su perrete, algo siempre bonito de ver y escuchar.