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Señoras y señores, les habla el capitán Striker. El trayecto durará unos 5 minutos aproximadamente. Coloquen las ensaimadas en los compartimentos superiores y las sobrasadas bajo el asiento. 

Hoy la cosa va de grandes travesías: aves, ictiólogas y algún que otro viajero involuntario. Tendremos cielos despejados y un ligero viento de cola.

Entrando en pista para despegue, buen vuelo ✈️

🐦 LA GAVIOTA MIKAELA

Las gaviotas ni son aves oceánicas ni bucean bien, de hecho son las menos marinas de las aves marinas. Pero caminan mejor por tierra que otras aves, vuelan con bastante flow, pueden pescar en la superficie y nadan regulinchi con sus patas palmeadas. Son aves depredadoras todoterreno, robustas y con picos fuertes, que pueden comer casi de todo y a buscavidas no las gana nadie. Las Makinavaja del mar.

 

Es por esto que el IMEDEA (Instituo Mediterráneo de estudios avanzados) lleva 15 años realizando el seguimiento de una serie de gaviotas patiamarillas para estudiar su comportamiento y geolocalizar sus movimientos por el Mediterráneo. 

 

El cierre de vertederos supone un impacto brutal para su ecología y dinámica, ya que esta especie lleva años alimentándose de nuestros deshechos y no de peces, medusas y otros seres vivos. Ir a por restos de pizza les resulta más sencillo que ponerse a cazar.

Pero no seré yo quien las juzgue.

 

Hasta 2020, solo se habían detectado recorridos entre las Baleares y la península, pero durante el covid, al no haber tránsito aéreo, se animaron a cruzar hasta África.

La gaviota Mikaela es un proyecto que lanzó @GEDA_IMEDEA en 2021 para acercar este tipo de estudios a la ciudadanía y sobretodo a los jóvenes. Le abrieron una cuenta de twitter, y durante un año fueron tuiteando sus aventuras. El proyecto parece que se quedó a medias, pero la idea nos pareció interesante.

De esta sencilla infografía deducimos que el hecho de que sean consideradas como una plaga, no deja de ser culpa nuestra. El exceso de residuos y por consiguiente de vertederos, aumenta considerablemente la población de gaviotas en entornos urbanos. Les sale más a cuenta recorrer cientos de kilómetros hasta un suculento vertedero en Barcelona que quedarse en Mallorca con una dieta a base de boquerones.

Hola mi bebebé 🎵

EUGENIE CLARK (1922-2015) Nueva York.

Cuando tenía 9 años, Clark quedó fascinada con los peces a raíz de varias visitas al acuario de Nueva York y comenzó a coleccionar peces, anfibios y reptiles. Soñó con ser ictióloga y lo consiguió.

 

Impartió clases de biología durante 25 años en la Universidad de Maryland, publicó más de 175 trabajos y artículos de divulgación en revistas científicas, dirigió más de 200 expediciones de campo y participó en 71 expediciones submarinas de aguas profundas (a más de 3.500 m). Además de entrenar tiburones para demostrar su inteligencia.

 

Y después de esta retahíla de datos, vamos a lo importante. 

Las anécdotas que sí que recordaréis:

 

➡️ Un día le preguntaron: ¿Te ha atacado alguna vez un tiburón?

- Sí, en mi coche. Me dirigía a una conferencia y llevaba una mandíbula disecada de un tiburón tigre de 3 metros en el asiento del copiloto. Pegué un frenazo, extendí el brazo y los dientes del tiburón quedaron marcados en mi brazo. 

Posiblemente el único ataque de tiburón conocido en tierra firme.

 

➡️ La invitaron a una recepción con un gran fan de los tiburones, el emperador de Japón Akihito. El protocolo exigía ofrecerle un regalo. Pero ¿qué se le regala a un emperador? Eugenie lo vió claro, le llevó su mejor bebé tiburón, exquisitamente entrenado para hacer sonar una campanita cuando veía determinados estímulos. Construyeron un tanque para el animal, con un asa a modo de bolso. Se le asignó el asiento al lado de Genie en el avión y hasta hicieron una parada en el acuario de Hawai para que el escualo estirase las aletas. Una vez en Japón, se le otorgó un lugar de honor en el palacio y después de varias demostraciones, se le alimentó con las mejores langostas y se convirtió en el tiburón del emperador.

 

➡️ Un científico de la Universidad de Columbia le dijo «Si de verdad termina la carrera, probablemente se casará, tendrá un montón de hijos, y jamás hará nada en el campo de la ciencia después de haber invertido nuestro tiempo y dinero en usted»

 

Nos mostró a los tiburones sin la carga peyorativa que los medios quisieron imputarles, siendo en realidad seres pacíficos, inteligentes y con capacidad de aprendizaje.

 

Varias especies de peces llevan su nombre en su honor. Entre ellos se encuentran Callogobius clarki, Sticharium clarkae George y Springer, Enneapterygius clarkae Holleman, y Atrobucca geniae Ben-Tuvia y Trewavas.

 

Genie buceó por última vez a los 92 años dejando un legado de inspiración y constancia para varias generaciones de científicos/as.

Cuando Salvador Alvarenga se levantó para ir a pescar el sábado 17 de noviembre de 2012 no se imaginaba lo mucho que se le iba a torcer el día. Junto con su compañero Ezequiel se hicieron a la mar para ir a pescar en su pequeña embarcación. Había aviso de tormenta pero no le dieron mucha importancia. Cuando les alcanzó el temporal se encontraban lejos de la costa y un fallo del motor acabó imposibilitando su regreso.
 

Catorce meses después, el 30 de enero de 2014, sin poder apenas hablar ni caminar y a un pasito de la demencia, Salvador llegó a la playa del atolón Ebon en las Islas Marshall, a siete mil millas de donde partió con su bote.

Aunque ya sabemos el final de la historia, es especialmente interesante ver cómo se retratan los mecanismos, tanto psicológicos como propiamente físicos, que impulsan a la supervivencia en un caso tan extremo como el que se narra. La basura del mar a él le sirvió para sobrevivir, con ella hizo trampas para pájaros, útiles de pesca y con las botellas de plástico consiguió almacenar agua de lluvia.

 

Gracias Claudia por recomendarnos el libro 🙏

Al habla el capitán, vamos a realizar un amerizaje de emergencia en los años 80. Prepárense para el impacto con el temazo de hoy y denle al play.