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La belleza puede tener muchas formas: un Caravaggio, un volcán en erupción, cualquier peli de Terrence Malick, una explosión nuclear… pero ay amigos, ¿qué pasa cuándo esa belleza de pronto empieza a fascinarte hasta tal punto que tu corazón se acelera, tienes palpitaciones, te mareas, incluso tiemblas, como el adolescente que se enamora por primera vez? 

 

Este goce particular que te estruja el órgano palpitoso existe y tiene nombre: síndrome de Stendhal. Un síndrome que aparentemente solo está al alcance de las personas más sensibles y reactivas, personas que han preparado su cerebro debidamente para degustar toda suerte de maravillas naturales y culturales. Personas que por supuesto están suscritas a esta newsletter y tienen ante todo, un buen gusto innegable.

 

Abrid bien los ojos y rendíos ante los tesoros naturales que os traemos hoy:

💕 LA REPRODUCCIÓN DEL CORAL

Es difícil cortejar al sexo opuesto cuando se está fijo a un sustrato. El coral, los cnidarios, y las anémonas son animales sésiles (fijadas al fondo marino) por eso han desarrollado una estrategia asombrosa para hacer copias de sí mismos sin tocarse: 

 

Los gametos son liberados en un momento de sincronización perfecta entre todos los corales que forman la colonia llamado “desove al voleo”. Quizá los pólipos no se muestren muy exigentes a la hora de escoger pareja, pero son de lo más puntuales: es un espectáculo que ocurre una vez al año, poco después de la puesta del sol y que sólo dura unas pocas horas. 

 

Fue observado por primera vez en 1981 y los científicos aún tratan de resolver el misterio que envuelve semejante proeza de simultaneidad.

 

La luna tiene un papel decisivo en ciertas funciones biológicas y en cómo se comporta ese amigo tuyo que es cáncer, pero para los científicos parece más importante el brillo que la fase lunar. Un dato importantísimo para seguir flipándonos con esto.

 

Se sospecha que los pólipos utilizan como señal de activación un cambio de matiz en el color del cielo del crepúsculo, que vira del rojo al azul. Cuando el sol se pone por debajo del horizonte, el cielo es de color azul refulgente, un fenómeno conocido como la "hora azul", el momento justo en que ni es de día ni de noche. El momento que eligen los corales para su encuentro privado.

Qué barbaridad, ¿no es lo más bonito que habéis visto en vuestra vida?

💙 BIOLUMINISCENCIA

La bioluminiscencia es un proceso que se da en algunos organismos vivos, donde se crea una reacción química que produce luz. 

 

Es relativamente rara verla en la tierra pero el auténtico espectáculo luminoso ocurre en el mar, donde una sorprendente variedad de seres producen luz: ctenóforos, las medusas, los calamares y algunos peces abisales. Pero son los dinoflagelados (algas unicelulares que forman parte del fitoplancton) los responsables de la bioluminiscencia que se ve de noche en la playa, donde rompen las olas, en un espectáculo que no puedes creerte hasta que no estás allí. 

 

¿Cómo ocurre esta magia? Para producir luz se necesitan tres ingredientes: oxígeno, una luciferina y una luciferasa. La luciferina es la molécula que reacciona con el oxígeno emitiendo energía en forma de fotones, es decir: un destello de luz. La luciferasa es la mo­­lécula que propicia esa reacción entre el oxígeno y la luciferina. En otras palabras, la luciferina es lo que se ilumina, mientras que la luciferasa es la que hace posible que eso ocurra.

La luciferina y la luciferasa en vuestra cabeza

Pero sí, hablemos de Lucifer, que es lo que toda alma demoníaca está esperando, sabemos que os dan igual las proteínas, las enzimas y cualquier molécula en general.

 

Os sorprenderá saber que viene del latín: «el que porta la luz» o «el lucero del alba». 

Si aún no os habéis desmayado yo ya no sé.

El único resplandor que no nos produce terror psicológico

Para lo que viene a continuación recomendamos tener agua y un abanico cerca. Valdrá también cualquier cosa para prevenir los sofocos provocados por el embrujo de las Bellas Artes.

 

Con apenas 12 centímetros de largo, el pez globo (Torquigener albomaculosus) construye durante una semana un seductor mandala submarino decorado con fragmentos de concha de hasta 2 metros de diámetro. Un maravilloso ejemplo de selección natural, el equivalente acuático a la cola del pavo real. Pero al pavo le viene dado genéticamente, este pez se lo ha de currar, ha de romper la distancia entre lo bonito y lo realmente cautivador, su reproducción depende de ello.

 

Cuando termina su obra, las hembras vienen a examinar la calidad y deciden si les gustaría aparearse con el artista. Si tiene suerte, una de ellas le dará el pase de oro y se colocará en el centro del círculo para iniciar el apareamiento. Si no, la corriente marina se llevará su obra de arte.

 

¿Pero cómo puede un pez hacer algo así? ¿No estáis hiperventilando?

 

Te quiero mucho pez globo que hace mandalas, espero que hagas muchos matches.

A masterpiece of love.

Elegir tema hoy era difícil, pero no imposible. 

Existen tantas canciones extremadamente bellas que no nos daba para elegir solo una, por eso hemos pensado en el Kulning: el cántico que utilizaban las mujeres de Escandinavia para llamar al ganado. Si es capaz de conmover a vacas y cisnes salvajes, seguro que puede contigo también.

Nos despedimos por hoy, esperamos que esta carta os haya aportado algo de belleza o si no, al menos, ganas de salir a buscarla.