La primavera altera la sangre y sobretodo el ánimo. Y aunque bajo el agua el frío nos azota cual dominatrix alemana, fuera crecen las amapolas, las tardes son más largas y solo quedan 34 días para verano.

 

Como no puedo dejar de citar a los griegos en ninguna newsletter, hoy os hablaré de cómo entendían el entusiasmo: lo describían como si un dios se metiese dentro de ti. Así que entusiasmarse viene a ser algo así como una posesión divina. 

 

Y aunque el mundo se cae a pedazos, hablar de cosas maravillosas es un compromiso que nos tomamos muy en serio. Oalá lo que leas a continuación te ponga el corazón contento.

 

Voy a dejar mis obligaciones a un lado en el despacho que tengo en Cabo Cañaveral para contaros una historia que une dos de las cosas que más me gustan: Los cetáceos y el espacio exterior. 

La versión marítima de Atreyu y Fujur

En 1969 el Apolo 11 llevó a los primeros humanos a la Luna, ocho años después la sonda Voyager despegó hacia el espacio interestelar con el objetivo de estudiar los límites del sistema solar.

 

Lleva casi 50 años vagando sola a oscuras y en silencio. Pocas cosas producen más ternura que saber que una nave nunca volverá a casa, pero no sufráis porque no está tripulada.

 

Si alguna vez habéis encontrado un mensaje en una botella, quizás recordéis ese momento con el entusiasmo de un niño al que le va a explotar el pecho de la emoción. La Voyager es la botella que los humanos hemos lanzado al espacio con la esperanza de que otros la encuentren.

 

El mensaje que llevamos es un disco de oro que contiene canciones y sonidos de la Tierra. Un The very Best of civilization compilado por Carl Sagan y su equipo de entonces.

La grabación incluye saludos y mensajes de paz en varios idiomas, música clásica, una de los Beetles, una ranchera - ¿por qué no?- y 12 minutos de sonidos de la tierra donde hay pájaros, chimpancés, el sonido de un beso y -ojo aquí- el canto de las ballenas jorobadas o yubartas (Megaptera novaeangliae).

 

Fue el biólogo Roger Payne quien descubrió los cantos de las ballenas durante un viaje a Bermudas en 1967 mientras espiaban submarinos rusos. Le impresionaron tanto los sonidos de estos animales que produjo el álbum Songs of the Humpback Whale, un disco de cantos de ballenas que se convirtió en un éxito mundial y puso en marcha la prohibición de su caza. 

 

Consiguió incluir más de una pista en el Golden Record pensando que tal vez el canto de las ballenas podría ser entendido antes por los extraterrestres que por nosotros.

 

Y no se equivocaba.

 

Ahora que cada vez estamos más cerca de romper la barrera de la comunicación entre especies ¿no sería bonito contarles esta historia?

Decirles que nos hace muy felices compartir el mundo con ellas. 

 

Que son tan especiales que hay una nave dando vueltas por el espacio deseando que alguien de otro planeta la encuentre y las oiga cantar.

La cosa promete, amigos.

Ahora vamos con otra fantasía savage de esas que te van a dejar los ojos como si hubieses chupado un sapo.

 

La historia de cómo un ciudadano de Utrech ha conseguido que desde un pueblo perdido de Albacete puedas ayudar a la migración de las percas en los Países Bajos.

 

Todo empezó cuando Mark van Heukelum, un ecologista muy motivado vio que los peces migraban entre dos ríos en primavera para poder desovar y reproducirse. El canal estaba cerrado la mayor parte del tiempo porque no pasaban barcos y los peces se amontanaban en las compuertas al no poder avanzar. Algunos se daban la vuelta y la mayoría morían.

 

Habló con el responsable de la esclusa aún a riesgo de parecer un loco y éste abrió la compuerta esa misma noche. 

The Netherlands=12 puntos.

 

Fue entonces cuando a Mark, en un ejercicio de imaginación lujuriante, se le ocurrió la idea de poner una cámara submarina. Como él no podía pasarse la vida mirando si había peces esperando, trasmitió las imágenes en directo y pidió ayuda. 

 

Y vaya si la consiguió. Más de un millón de personas por temporada se conectaron para ayudar a estos peces. La satisfacción de ayudar a una perca, una anguila o un lucio en un momento de necesidad se convirtió en una simpática distracción internacional.

 

Cualquier persona que vea peces cerca de la compuerta puede accionar un botón y el responsable lo verificará y abrirá la compuerta.

Este pez necesita pasar para hacer sus cositas ¿le abres?

Una cámara en el agua no es necesariamente algo nuevo, pero el hecho de que puedas presionar un botón y ayudar en algo que normalmente no tienes oportunidad de ayudar es definitivamente una novedad. La gente desea la conexión con la naturaleza aunque viva en un contexto urbano.

Y para nosotros esto es motivo de aplauso 👏

 

Más de 6000 peces han conseguido pasar gracias a este proyecto de ciencia ciudadana. Algo que parecía una broma se ha convertido en una visión esperanzadora de cómo las nuevas tecnologías pueden darnos herramientas para proteger y restaurar ecosistemas.

 

Sabemos que te mueres de ganas de ver si hay algún pez.

¿Cansado de decepcionar o decepcionarte? Tenemos la solución a tus problemas. Bueno… igual a los tuyos no, pero a los de Cala Tirant sí y por algo hay que empezar.

 

Este domingo a las 9:30 nos juntaremos en nuestro centro de Cala Tirant para dejar la playa más linda que una azucena, más limpia que una patena.

 

Haced lo que os salga de la cococha el sábado por la noche, pero el domingo os queremos a todos enfundados en bañadores y neoprenos porque tenemos brigada de tierra, fondo y superficie. 

 

Cuando dos se juntan hay alegría y de momento nos hemos juntado Per la Mar Viva, Plastic Free Menorca y Carema Hotels, osea… un montón de gente.

 

Ven, que lo más probable es que acabes envuelto en una verbena por sorpresa.

¿Te recuerdas del día que viste los Goonies por primera vez, o que descubriste la que iba a ser tu canción favorita durante días, meses o años? Qué sensación, ¿eh?

 

No importa si escuchas a Coltrane, Pony Bravo o Café Quijano. Allá tú y tu conciencia, pero estaremos todos de acuerdo en que si hay un Golden Record Vol 2, esta se va de viaje por el hiperespacio sí o sí..